En otras entradas hemos hablado de cómo funciona y qué prestaciones ofrece un microinversor solar en relación a otras soluciones energéticas. Y es que este tipo de instalaciones optimizan la producción de energía, aprovechando al máximo el rendimiento de las placas solares. Pero, ¿en qué se diferencian los microinversores solares de los inversores centrales y qué ventajas presentan frente a estos últimos?
¿Qué es un inversor central y cómo funciona?
Cuando la electricidad generada pasa de panel en panel, el inversor central la recoge y la transforma en corriente alterna para ser utilizada. En otras palabras: el inversor se conecta a la red eléctrica trasladando toda la energía que generan los paneles a la red interna de la casa.
El inconveniente principal de los inversores centrales
Por otro lado, solo hay un único inversor para todo el sistema de paneles, que funcionan mediante conexión en serie. Esto significa que si un panel falla, también lo hace el resto de la cadena de paneles. En cambio, los microinversores tienen conexión con cada panel, garantizando que se siga produciendo energía.
Microinversor solar: ventajas frente al inversor central
Ya hemos destacado la optimización energética que proporciona el microinversor solar frente al inversor central como primera ventaja. Y es que, a diferencia de los inversores centrales, si un panel con microinversor falla, los otros paneles siguen produciendo energía. ¡Y de manera óptima!
Por otro lado, ¿sabías que los microinversores solares tienen hasta cuatro veces más de vida útil? Por tanto, aunque el precio es mayor – tengamos en cuenta que el número de microinversores se multiplican con respecto al inversor central –, asegurar la producción constante y a largo plazo en la instalación es sinónimo de amortización.
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